Luego de nuestra partida de Colombia, realizamos una nueva emisión: Claudia y Daniel desde Santiago de Chile; Gerardo, Bernardo y Raúl desde Buenos Aires (mientras Hamilton buscaba sonidos y realizaba entrevistas en Madrid, España).

Desde hacía varias semanas atrás veníamos preocupados por como serían las emisiones, estando los integrantes del grupo repartidos en el continente, cada uno nuevamente sumido a sus actividades cotidianas. Entre las preguntas que nos hacíamos estaban: ¿Cómo hacer radio a la distancia? ¿Cómo sostener la misma frecuencia de emisión de los programas? ¿Cómo hacerle frente a las dificultades ocasionadas por no poder compartir el mismo espacio físico?

Revisamos las numerosas grabaciones de campo que realizamos durante nuestra estadía en Manizales y Medellín, y luego de mucha planificación, afrontamos este bonito desafío, intentando acortar esta distancia intimidante, aspirando a una presencia simultánea y translocal.

En esta nueva sesión de radio streaming con conexión simultánea desde Santiago de Chile y Buenos Aires, compartimos la conversación que tuvimos en Manizales con María Juliana Soto, quien lleva adelante “Noise Radio” en Cali. María Juliana nos contó detalles de su experiencia de “pensar y hacer radio”.

En este séptimo programa, además compartimos grabaciones de campo de la acción “A la Plaza!” que realizamos en la Plaza Botero, y escuchamos “Los domingos de Daniel (2015), obra electroacústica compuesta por Sergio Santi (Rosario, Argentina) a partir de los sonidos su ciudad. Posteriormente además escuchamos el paisaje sonoro del mismo autor, “Churreros”, capturado en el Parque España de la misma ciudad.

Radiales, alternativos y experimentales:
por Bernardo Piñero

Durante la estadía de Surófona en Colombia (mayo de 2016) tuvimos contacto con otras células-grupos de proyectos radiales alternativos y experimentales, como Radio Relajo, Noís Radio, Radio Va-llena, CKWeb Radio y Radio Libre, con quienes pudimos intercambiar detalles de experiencias de trabajo, ideas y deseos. Encontramos iniciativas diversas con un denominador común: el cuestionamiento a las bases de la comunicación que el formato radial tradicional propone como la idea de emisor (“activo”?) y de receptor (“pasivo”?), la idea de programa estructurado, de mensaje-contenido y de entorno-continente, de señal y de ruido, de ruido y sonido, de silencio (             ), de arriba, de abajo, de centro, periferia, de fuera de cuadro, de in, de off.

Compartimos la idea de radio como acción creativa colectiva, estética y política, que se propone alcanzar un resultado (pero que también sabe respetar los procesos), que logra episodios-hitos, y que se pretende en constante (e/in/re/con)volución, en la búsqueda de encontrar nuevas búsquedas.

Nos vemos como proyectos sensibles y permeables. No perseguimos ser masivos, por el contrario, valoramos positivamente no serlo. Tratamos de no caer (aún mas) en condicionamientos de mercado o institucionales, por lo que intercambiamos, co-operamos y gestionamos.

Ansiosos por crear, escuchar, amplificar y compartir, sabemos que lo peor es ser impacientes, y que lo mejor es ser estrategas, saber mutar, escalarnos, dividirnos, multiplicarnos, simplificarnos, combinarnos o adaptarnos a la escasez, pero también a ciertas prosperidades, a ciertos éxitos relativos. Errantes, relativizamos la equivocación.

Nuestras radios están subsidiadas por la intuición, el amor y la obstinación. Experimentan, crean, y también pretenden ser testigos. Reivindican la idea de expedición. Exploran territorios, buscando lo extra-ordinario, lo aleatorio, lo casual, des-cubriendo y también inventando. Están dispuestas a encontrar tesoros y a amplificarlos.

Estas iniciativas fomentan cruces y expansiones de disciplinas, géneros y formatos. Se interesan por las grietas y los abismos donde el aparente vacío esconde maravillas. No desprecian géiseres, subafluentes y páramos. Si encuentran un cruce espacio-temporal con el letrero de “cruce peligroso”, se lo quitan y lo plagan de micrófonos.

Procuran que su registro tenga un efecto también en el tiempo, es decir, expanden cartografías hacia el futuro. Consciente o inconscientemente son utópicas, o al menos, optimistas: ponen a disposición sus episodios-hitos como documentación para el porvenir. A su vez, conciben sus registros como el pasado del futuro, como la próxima memoria.

Cada iniciativa le da su propia forma al propio medio, volviéndolas a cada una un mensaje en sí mismo. Despiertan contenidos dormidos, revisitan, remixan, reciclan, acuñan.

Se saben nodos y se intuyen vínculo. Exponen y crean inter-referencialidades, generan inter-relaciones, tienden puentes, tejen redes. Aglutinan y a la vez descentralizan.

Como una alternativa a la cultura visual, proponen otros tiempos, otros mensajes, otras ideas y otras formas. Acercan, confían, preguntan.

Insospechados vectores de polinización, a veces parecen inmóviles, pero saben tanto hibernar y despertar súbitamente, como también simplemente presenciar como germinan nuevos vectores.